Nuestra ciudad nace dentro de una historia que trasciende fronteras y nacionalidades. Esta variedad de influencias nos convierte en ricos portadores de un presente caótico, excesivo y desordenado. Maraña es una protesta al desorden citadino que se vive en Panamá, producto de la contaminación visual y un crecimiento sin planificación. 

Es una crítica a todo lo hecho sin pensar en el futuro, sino, más bien, en el aquí y el ahora.

Javier Arrocha